
Sonrisas de oro,
calaveras vacías repletas de patrañas
soldados de la guarda de un tesoro iracundo:
soberbia.
Caracolean sus colas de plata y de fanfarrias.
Los miro,
las miro,
bailar su danza,
Tan solo parcas huecas de una nube de gloria,
Luego,
con sus panzas repletas
se acuestan boca arriba:
orgullo,
No sea,
que su calaveras de sonrisas de oro ,
sean el espejo en el que me reflejo:
Vanidad.
Y me espanto,
Y me hago caracola
Para escuchar el mar
Y el batir de las olas:
Y me hago mariposa
de alas de metal encerrada en el cristal
con que bordo
la vida.
Anna Fioravanti 2010
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