Fragmento del texto DIOS PARPADEA en Letra Tangente 16/01/2011

Texto e imagen son dos elementos fundamentales en mis trabajos .No renuncio a la posibilidad de abrir infinitos mundos dentro del universo de la obra. La palabra junto a la imagen se hace trazo, punto, línea, dibujo, y como una espiral, dentro del cosmos de lo creado, nos introduce en el vórtice de su esencia y nos muestra su infinito.

Para mí la dualidad: imagen y palabra, su coexistencia: vida-muerte, su polaridad: encuentro desencuentro, son la clave que busco para decir y proponer.

En un comienzo mis trabajos nacen de un sentimiento, una vivencia personal o ajena a mí, pero que me motiva y emociona. La idea que surge de ese sentir se torna hilo conductor para definir y decir; es por esa razón, que muchos de mis trabajos forman parte de series, que voy desarrollando en el proceso creativo. Para citar algunas de ellas: Rostros habitables, Hilo de Ariadnna, Versos pájaros, Barco de la luna.

Trabajar con materiales y técnicas distintas siempre ha sido una de mis constantes: vidrio, cerámica, pintura, grabado, impresiones. Los materiales los considero como un medio del que me valgo para decir. El papel, casi siempre está incluido en ellos, quizás por ser el soporte tradicional de la escritura, o tal vez por las sensaciones que me transmite, quizás por su naturaleza vegetal que se transmuta y puede ser reciclado haciéndome saber de su inmortalidad, de la vida más allá de la vida. O tal vez por las sensaciones táctiles que me provoca,; aun en mis pinturas tienen un lugar preponderante, aunque a veces oculto bajo capas y capas de color dejándolo asomar en su blancura, pliegues, prominencias. Para mì el papel es semejante al espíritu humano.

¿Quien soy? ¿Hacia dónde voy? Soy una nómada de la palabra, una poeta de a pie, simplemente: una creadora.

Más allá del tiempo vive la palabra. Acudirá a la cita y se hará constelación . Paraíso perdido donde las historias se iluminan de relámpagos azules.


Anna Fioravanti

miércoles, 13 de junio de 2018

Notitarde domingo 06/05/2012 Lectura tangente Por Marisol Pradas

Notitarde Lectura Tangente
 9:45 pm 05-05-12 |
Por Marisol Pradas

A finales de la semana pasada, en el marco de la Feria Expo-Venta del Libro se inauguró la I Muestra Contemporánea de Artistas Carabobeños en Homenaje al Libro y la exposición de máscaras "Diablos de Yare de Venezuela" en la Biblioteca Pública Central "Dr. Manuel Feo La Cruz". La I Muestra Contemporánea de Artistas Carabobeños en Homenaje al Libro se concentró en los espacios de la Galería Luis Guevara Moreno, dirigida por Fredis Armas, quien reunió a Alicia Belden, Alicia Font, Adile Ruiz, Balkys Brett, Blanca Orsattoni, Cecilia Ragni, Eddy Chacón, Gladys Cunha, Isabel Abreu, Luisa Dunia, Margarita Méndez, Maritza Góngora, María Esther Barbieri, María Pequeño, María Carolina Méndez, María Helena Rodríguez, Marlene La Rosa, Miquelina Ferreira, Míriam Da Silva, Nancy Salvatierra, Omaira García, Piera Reverón, Renzo Rivera, Rosa Tabares, Tania Zambrano, Zaida Castellanos. Todo ello sirvió como marco para brindarle un homenaje a la artista Anna Fioravanti con su muestra Barco de la Luna, que reúne obras efectuadas a lo largo de cinco años, en el muro derecho del espacio, dentro de una propuesta conceptual alrededor de la palabra, la mujer, los sueños y la belleza de descubrir en las cosas mas simples un gran tesoro. También sirvió para presentar su poemario "Carta Blanca hacia un Cielo Blu". Antes de rendirle homenaje, la artista Maritza Góngora fue la encargada de presentar a Anna Fioravanti, quien junto a ella pertenece al Colectivo Artemusa, destacando su pasión por el arte, por entregar lo mejor de sí y ser solidaria con cada una de sus compañeras, animándoles y escribiendo sobre el trabajo creativo que cada una desarrolla. Justo sobre la obra de Fioravanti podemos decir que la creación viene siendo una manifestación espiritual, una luz entre la masa, una esencia que despierta nuestra íntima necesidad de ser. Ser para amar, para dibujar, para pensar, para sentir, para observar el maravilloso o a veces insospechado universo en el que habitamos. Residimos nuestra mente, nuestro corazón y la sensibilidad aflora en descubrimientos sencillos: una flor, un paisaje; un nacimiento o la misma muerte que con su contundencia reafirma la vida. Los recuerdos viajan unos con otros y van construyendo toda una gama de imágenes, percepciones, aprendizajes y hallazgos que requieren especial atención. Para la mayoría de los seres humanos que no han encontrado en el arte esa fuente permanente de crecimiento, de entrega, de amor, del lenguaje intermitente de dar y recibir, todo ese mundo pasa desapercibido. Justo allí es donde Anna Fioravanti pone especial atención. Ella elaboró un mundo plástico a partir de sí misma y todo su alrededor, distinguiendo las emociones buenas de las que no lo son tanto para sacar a la luz los signos, que bañados también bajo una estética personal, revelan lo que son: esencias nobles conectadas con el mismo espíritu universal, alojados por el mundo real e imaginario. Su radical distinción nace de la búsqueda en los asuntos que otros no se atrevieron a escudriñar porque representan un riesgo y un esfuerzo por alcanzar una armonía conceptual que ella ha logrado con la plena disposición de madurarla porque forma parte de ella. Estamos hablando de elementos como la luna y su especial conexión con la psiquis femenina, sus emociones, sus aguas internas, que se transforman en luz y oscuridad todos los meses, así como el satélite de la tierra tiene su lado oscuro. Su protección ilimitada hacia todos los seres y la fertilidad que toca aún en los más gélidos océanos. Estamos hablando de mariposas, con corto tiempo de vida, que llenan de ilusión al corazón, que invitan a permanecer en el color que, Anna Fioravanti, conduce por un camino que siempre llega al encuentro con los hijos. Estamos hablando de los libros que se abren como mariposas, llenándonos de luz, de aprendizajes, de historias e inclusive descubrimiento de profundos miedos que debemos abordar en los momentos adecuados. Estamos hablando de esos rostros que ella a veces apenas esboza en un mar de emociones. Estamos hablando de un cielo intacto al que baña con palabras que buscan, encuentran y se hilvanan con esa enorme madeja que es una mujer, una madre, una pareja. Estamos hablando de una búsqueda que no se detiene. De la paz que se encuentra cuando una obra se cierra. De la mirada de la pieza frente a un espectador. Estamos hablando de la armonía con que se asumen los retos, pese sus dificultades, para poder eclosionarlos al mundo. Y ese es un gran secreto que está presente en ella y en ese colectivo llamado Artemusa. Anna Fioravanti tiene ese empeño de hacer magia con sus obras. Rodearlas de delicadeza que posee el alma, inquebrantable, paradójicamente, quebradiza. Por eso ella despierta los signos más hermosos, las palabras duraderas, los conceptos sinceros y el lado más positivo de toda su expresión para integrarla al mundo, necesitado del poder del amor. Una minúscula partícula de polvo puede salvarnos si tiene del fuego, la sustancia. El mundo de Anna Fioravanti salva. Porque está tejido en pacto secreto y abierto con el universo. Con la madre mar, el padre cielo, los hijos árboles.

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Fotografia del día del acto inaugural de la exposición. Texto extraído del Periódico Notitarde ,domingo 06/05/2012
Articulo de la secciòn semanal "Lectura tangente"  Por Marisol Pradas

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REFLEXIONES



Toda obra es única e insustituible no en su forma sino en su esencia, y esto es lo que logra que el producto final no se parezca a otros de su especie, y la convierta en inimitable, dándole a la obra realizada un carácter de único.

El arte es poesía, y la obra de arte metáfora que apresa la esencia de lo inmutable y los accidentes del ser. Concebida la pintura como un cauce, podemos imaginar rostros, mundos, espacios que nada tienen que ver con lo "real", o con lo establecido como tal. Pero, las cosas, o lo que nos rodean no son realidad solo porque existen, existen porque son nuestra realidad. Y que es la realidad, sino todo lo que no solo es posible sino lo que creemos posible o como verdadero.
Lo real es un aspecto del ser, y una obra es un aspecto del SER, es espejo que nos muestra o nos lleva a descubrir nuestra esencia logrando la fusión entre el sujeto y el objeto contemplado.

SEGUNDO ESPEJO


Recorro el lienzo
en la ronda de mis huellas.

Atravieso universos
sin puertas ni ventanas.

En las ramas de las manos
llevo presos los sueños.

El pincel
como un río
no desvía su cause
y baña mis raíces
hundidas en luz de estrellas.

La piel es arco iris
sin sombras ni dimensiones.


Como agua que desborda
por la lluvia,
las gotas de colores
caen de mis dedos.

El lienzo,
como ventana abierta,
muestra silencios plenos de luces.

Anna F. 2007